EUROPA
PRESS
8 enero
2020
Más
de un millón de personas padecen hipersudoración en
España, pero muchos no lo saben
Más de un millón de personas padecen de
hiperhidrosis o hipersudoración en España, según
señala la doctora M. de los Ángeles López Marín, un dato
"preocupante" teniendo en cuenta que más de la mitad de la población
desconoce esta enfermedad, su origen y cómo afrontarla.
La hiperhidrosis o hipersudoración
axilar es una enfermedad muy común que causa un exceso de sudoración que no
está relacionado con el aumento de la temperatura ambiental. A pesar de que
podría afectar a toda la superficie de la piel, lo usual es que solo se limite
a la superficie de las axilas.
De esta forma, dependiendo de la gravedad de la enfermedad,
las zonas afectadas pueden tornarse de un color rosado o blanco azulado.
Además, a causa de las bacterias, desprenden un olor bastante fuerte conocido
como bromhidrosis, según explica López Marín.
El padecimiento de la hiperhidrosis está relacionado con
factores como la tensión nerviosa, la tiroides o la genética. Sin embargo,
todavía se desconoce la causa médica exacta de esta enfermedad. No obstante,
existen algunas explicaciones del origen de los diferentes tipos de hipersudoración axilar, como es el caso de la hiperhidrosis
focal primaria. En ella, las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivas,
produciendo una cantidad excesiva de sudor sin relación con el aumento de la
temperatura, y se ve acentuada con el estrés.
"Por otro lado, la hiperhidrosis secundaria se presenta
cuando la sudoración excesiva es producto de una enfermedad. Los trastornos que
pueden estar relacionados con la hipersudoración son
la diabetes, la menopausia, los problemas en las glándulas tiroideas, el nivel
bajo de azúcar en la sangre, algunos tipos de cáncer, las infecciones, etc", señala la doctora.
En este sentido, la experta recomienda tres tratamientos
posibles para hacer frente a la hipersudoración. Por
un lado, se ha demostrado que algunos medicamentos recetados para la depresión
son eficaces también para disminuir la sudoración, sobre todo cuando el
paciente está ansioso.
Por otro lado, las inyecciones de toxina botulínica también
pueden mitigar la enfermedad, ya que "es capaz de bloquear temporalmente
el estímulo nervioso que causa el exceso de sudoración", ha explicado la
especialista. "Se trata de un procedimiento un poco doloroso, pero
bastante efectivo", ha añadido.
Finalmente, la hipersudoración, en
especial la del tipo axilar, puede ser controlada extrayendo del paciente las
glándulas sudoríparas, una opción de emergencia cuando todos los otros
tratamientos no han surgido efecto.